El año viejo se ha ido, y con él, han muerto las respectivas promesas que hicimos al poco tiempo antes que iniciara. Aquellos propósitos que fuimos capaces de cumplir podemos tacharlos de nuestra lista de cosas por hacer. Aquellos que no, han sido quizá repetidos una vez más un año después, aunque con más perspectiva, con un mejor plan, a lo mejor incluso con una fecha límite, y por supuesto acompañados de clichés tales como “ahora sí, va en serio, ésta vez lo cumplo, nada me impedirá…” y muchos otros que adornan la intención, más no hacen mucho por auto-convencernos más de lo que ya estamos.
Un nuevo inicio, una nueva oportunidad, una nueva apertura a una partida en la que cada movimiento será mejor pensado, ya que tenemos un poco más de experiencia.
Sin embargo, lo que sí sucede y tenemos que considerar es que tenemos cada vez menos tiempo, y cada vez menos oportunidades de iniciar la carrera, y por consiguiente, el por fin llegar a la meta que tanto hemos soñado, e incluso ya visualizado.
¿Será este el año en el que de una vez por todas nos recompensemos con un verdadero logro? ¿Haremos que aquellos a nuestro alrededor se sientan contentos, remunerados, orgullosos, agradecidos, u honrados de tenernos cerca? ¿Estaremos arrepentidos o satisfechos al finalizar el presente año? ¿Habremos incrementado, o al menos conservado y mejorado nuestras relaciones con quienes nos rodean?
Si estos propósitos recientemente expresados, o quizá solamente pensados, son realizables, hoy es un buen día para reafirmarlos, y en caso de no haber comenzado: dar el primer paso, establecer la nota, mover la primera pieza, girar la llave, abrir el primer capítulo, tomar las herramientas, hacer esa llamada, trazar esas líneas…
Es innegable que las presiones sociales y las múltiples ocupaciones en las que estamos inmersos son parte de los obstáculos que debemos sortear, pero también es muy cierto que solamente existe una persona capaz de impedirte que avances: tú mismo.
Así que te invito a lo siguiente:
Entrégate, en todos aspectos. Inicia el cambio. Empieza a crear, comienza a mejorar, a compartir, a limpiar, a construir, a innovar, a soltar, a ordenar, a aprender, a dar…
Inicia lo que sea que te hará una mejor persona, pero comienza ya.
Espero (y deseo) que el 2014 sea el año cuando por fin abandonas el rebaño.