Hace unas semanas alguien publicó un banner muy creativo que propició la creación de un grupo en la Red Social más popular. La idea prendió de inmediato y en cerca de un mes alrededor de 500 miembros tenían ya muchos recuerdos que compartir, y muchos renovados lazos con amistades perdidas hace mucho tiempo, décadas incluso.
Fue un trauma recordar tantas cosas en tan corto espacio de tiempo. Algunos de nosotros no podíamos creerlo, y muchas veces con lágrimas, nos enterábamos de los derroteros de aquellas relaciones; mientras también reconectábamos con muchas personas que influyeron en nuestra vida. Explotaron las sesiones de chat, volaron los mensajes de email, se incrementaron las llamadas telefónicas, y se planearon reuniones; algunas aun están siendo acordadas o pendientes de cumplirse.
Por días, las noticias acerca de mucho de lo que pasó hasta los últimos días que nos vimos antes de separarnos, así como resúmenes de lo que sucedió después, se esparcieron furiosa y velozmente; y también se distribuyeron los datos sobre los modos de reconectarnos.
Por supuesto el grupo sigue activo, solo que los días iniciales fueron una experiencia increíble.
Después de algunas semanas cuando al fin en sobriedad, uno no puede más que fantasear acerca de cómo todas esas relaciones formaron el tipo de persona que ahora somos. Algunas mediante granos de arena, otras con pepitas de oro: de una u otra forma todos ellos nos ayudaron a ser quienes somos hoy.
Obviamente, no todos tenían solo buenos recuerdos de aquellos años; o por lo cual, buenos sentimientos hacia alguna persona o un grupo de individuos. Sin embargo, aquellos que fueron lastimados por las acciones de otros mostraron disposición a perdonar. Aquellos que quizá sin advertirlo lastimaron a alguien son quienes ahora se sienten mal al respecto. Es una verdad absoluta que todo lo que va, viene.
A través del tiempo, hemos podido apreciar que tanto las buenas como las malas experiencias de antaño se sumaron para hacernos ser lo que somos hoy.
Caemos en cuenta de ello fácilmente porque siempre hemos estado con, pues, nosotros mismos. Así que es fácil recordar y sacar conclusiones de cómo una acción en particular, la cual tuvo lugar en un momento determinado, nos influenció y aun sigue haciéndolo.
Ahora geográficamente, esto es, el factor espacio parece ser un tema diferente y más difícil de entender cuando se trata de encontrar la interconexión entre nosotros seres humanos, y la forma en que nos constituimos unos a otros estando incluso a miles de kilómetros de distancia.
Seis grados de separación, ¿recuerdas? Todos estamos conectados: Yo-Yo Ma, Mahmoud Ahmadinejad, yo, Mario Vargas Llosa, Usain Bolt, tu prima, Hilary Clinton, el pueblo Sherpa en Nepal, Steven Spielberg, Kim Jong-un, Lady Gaga, tú, el pordiosero de la estación del tren… absolutamente todos y cada uno de nosotros está interconectado, y cada una de nuestras acciones afecta al resto de las creaturas vivientes de ésta canica azul.
Por medio de Hugo Cabret, Brian Selznick dijo que ninguna máquina contiene piezas de sobra. Si el universo es un mecanismo, nosotros individuos parte del todo debemos tener un propósito. Es nuestra obligación hacer lo mejor posible cada vez: nuestras acciones dan forma a la vida de los demás. Aquí y ahora.
Lastima a alguien, te lastimas tú. Ayuda a alguien, te ayudas tú.
En el gran esquema de las cosas cada vida individual es solo un instante, solo un micro componente del aspecto físico del universo. Así, tu vida importa a ti y a los que te rodean, pero todos estamos por fin comenzando a entender que también le concierne a todos los demás.
Tu vida –una brevedad- es trascendental porque tu influyes en todos a tu alrededor, aquí y ahora.
Es tu decisión, y solo tuya, el tipo de acciones que ejerces hacia los demás.
¿Qué tipo de impacto tendrá tu contribución?
Y trajo nuevas amistades y renovó las viejas con mas fuerza.Made in Analco¡¡¡¡
gracias mil , tu disertacion fue de buen provecho para mi alma, te deseo lo mejor de esta vida y en abundancia…..mancar68…