Sé que andas cerca, no sé qué o quién eres, sé que te acercas a mí, más no sé si en espacio o en tiempo, pero siento tu presencia constante y últimamente.
Como el domingo, por ejemplo, que al ir corriendo por el parque volteaba hacia atrás cada rato porque sentía que estabas siguiéndome. De pronto creía como si en lugar de ir detrás de mí, estabas en el subsuelo, y por lo mismo iba incómodo, con la cabeza baja y la respiración forzada. O ayer, cuando regresaba de la oficina al estacionamiento, que volteaba seguido hacia arriba porque hasta la presencia de los pájaros me hacía ponerme nervioso.
U hoy en la mañana, que justo antes de despertar sentí como si tu respiración estuviera a centímetros de mi oído, un aroma suave como de musgo fresco y flores, y al abrir los ojos percibí solo obscuridad y silencio, junto con el olor a mi sudor de nervios.
Si eres mi pasado, y solo quieres saber de mi status quo, veme: mira las líneas rojas de mis ojos, toca las cicatrices en mi piel, escucha mi ahora torpe y fatigada voz, aprecia mi caminar firme pero lento. Más también observa el fruto de mis estudios y la labor de años, las medallas ganadas, lee mis juiciosas líneas, y pregúntame lo que sea, que secretos no guardo ya.
Si eres la muerte, y te has acercado para cuchichearme que esta vez sí va en serio, y que el momento está pronto. Estoy listo. Lo he estado desde la primera vez que me insinuaste lo breve de este pasaje, y también las veces sucesivas en que me recordaste, de distintas formas, lo rápido que uno puede irse así, sin despedidas.
Si eres la vida, me has hecho mucha falta: pues a pesar de estar en mejor posición que la gran mayoría, ha habido periodos en los que he sentido que no te tengo, o que tengo muy poco de ti. Si es así y necesitas ponerte a mano, entrégate con todo e intereses, así estaremos más tranquilos ambos. Prometo retribuir con creces las sonrisas robadas y las restringidas, y quedarme con nada, y repartir todo lo bueno que me llegue.
Si eres mi futuro, entonces has tardado mucho en acercarte, pues mi vida a hoy ha sido mucho más larga que la del promedio de la población mundial, lo cual significa que cada vez tengo menos tiempo para conocernos bien. No titubees, y ven ya. Solo dame una señal y yo me acerco si es que supones que aún no es el tiempo justo. De cualquier forma, para mí ya llegas tarde.
La cosa es, que preciso te presentes ya. No me importa qué o quién seas, ni lo dudes, que nada te cuesta aparecerte de repente y pararte enfrente de mí, y decirme hola, ya llegué. Prometo dejar lo que esté haciendo y recibirte como se recibe a un bebé nuevo, a la onda expansiva, al Año Nuevo, al resultado del examen final, a la luz del sol, a una mala noticia, la fiesta sorpresa, el veredicto, al puñetazo en la quijada, un trago de agua, el mensaje de rechazo, un nuevo día.
Solo deja de rondarme en espacio, deja de rondarme en tiempo. Tu energía cuántica solo me provoca nerviosismo, emoción, y confusión. Hazte y hazme el favor y aparécete aquí y ahora.
Muéstrate.
Me encantó este texto. Creo que más de uno nos sentimos identificados de alguna u otra forma. Es un acierto el que puedas expresar tus sentimientos, miedos, emociones, etc. de manera que no parecen pertenecerte exclusivamente a ti, sino a los demás también.
Gracias por compartir…