La semana pasada mientras desayunaba, el tema de leer surgió. Entonces pregunté a mi niña de once años cuantos libros había leído. Le tomo unos cuantos segundos el recordar y calcular también aquellos que pertenecen a series, y me dio una respuesta rápida: sesenta y tantos, probablemente más de setenta, pero no puedo recordarlos todos.
Le pregunté si sabía los nombres de los autores, respondió recitando los nombres de los autores de cada uno de ellos, con precisión absoluta. Después de un minuto tuve que interrumpirla y pregunté si habría algún libro del cual no recordara el nombre del autor, le llevo unos cuantos segundos pensar y decir: sí, no puedo recordar si dos libros fueron escritos por la escritora A o escritora B.
Caí en cuenta que en segundos había recordado y proporcionado más del 95 porciento de los nombres, sin duda.
Tiempo después, leí que una conductora de un show de TV expresó una vez que «Leer es irrelevante a la hora de gobernar». Obviamente esta persona en particular es también una iliterata y por consiguiente su comentario. De seguro es el tipo de personas que creen que están en lo correcto sencillamente porque tienen un micrófono enfrente, independientemente de cómo obtuvieron dicha posición, pasatiempo o trabajo.
Es para mi inconcebible aceptar que una iletrada pueda estar asumiendo eso y haciendo tales declaraciones; pero lo peor es que es muy probable que dicha persona esté convencida de su comentario. No creo que sea capaz de darse cuenta de la magnitud y extensión de sus palabras.
Todavía más increíble e inaceptable es el hecho que alguien con cargo público pueda ser un iliterato. Eso simplemente me deja estupefacto. No puedo entenderlo, y no puedo creerlo.
No puedo aceptar que una niña de once años haya leído más de 60 libros, lo cual debería ser la norma; mientras que un servidor público de alto cargo no pueda siquiera recordar el autor de un libro, solo un libro, que dice que leyó.
Con esa gente en los medios y sedicentes “líderes” en oficinas públicas, ¿qué podemos esperar lograr? ¿Es éste nuestro futuro?
Me hace temblar de miedo.
Los líderes leen, los lectores lideran. (Leaders read, readers lead.)
Es increible que despues de todas esas muestras de ineptitud, todavia pretenda ser um lider.