Las cuatro Cs de las relaciones.

Estas son algo en que las personas maduras tienen mucha experiencia, y por consiguiente se vuelven cláusulas legales en algunos contratos matrimoniales y eclesiásticos.

Independientemente de qué aplica en la sociedad equis o ye, o en el gremio zeta; es fundamental contar con 4 Cs:

+ Comprensión

+ Comunicación

+ Confianza

+ Cuidado

Estas son las columnas que sostienen la estructura de la relación.

Comprensión: no precisamente el entender lo que la otra persona dice, sino darnos cuenta de la individualidad de cada quién, y poner de nuestra parte para ser asertivos y pacientes con las ideas, pensamientos, emociones, y creencias del otro.

Comunicación: es fundamental no solo desear y tratar de transmitir nuestros intereses, planes, e ideas, sino también ser buenos receptores y cooperar en los diálogos, enfocándonos a la información que recibimos, sin interrupciones ni suposiciones, sino a un verdadero ejercicio de escucha activo.

Al transmitir, ser lo más claro posible teniendo en cuenta que el receptor tiene filtros, experiencias y conceptos distintos a los que nosotros tenemos.

Ésta debe darse puntual y natural, si hay algo importante qué transmitir no hay que esperar a que el otro pregunte o a que pase el tiempo. En ese momento debe darse.

Confianza: ésta siempre existirá desde el mismo momento en que comienza la relación, pero es muy delicada y hay que estar manteniéndola todo el tiempo, día con día. Las incoherencias, los engaños y las omisiones merman drásticamente el valor de la confianza. Es muy difícil recrearla al nivel inicial y aún más difícil hacerla plena. Nuestros valores son un sostén para la confianza. De nosotros depende el mantenerla por medio de la honestidad y la congruencia en nuestros actos y palabras.

Cuidado: no precisamente el de estar espiando al otro o de curarle las heridas, sino el proporcionarle el debido aprecio que se merece. Sin burlas, ni infidelidades, ni manchando su reputación, ni tratándolo como a un inferior, ni descortesías.

Respeto, prácticamente.

Cuando alguna de estas 4 Cs se agrieta o resquebraja, la estructura no resiste igual. Si alguna C se destruye, es posible que las otras 3 aún puedan sostenerla, aunque sufriendo terrible presión.

Si 2 Cs caen, es imposible que la estructura exista, pues es ya una demolición total.

Algunos le daremos más importancia a una C que a las otras, o tal vez igual peso a dos de ellas, pero independientemente de cuál es la que consideramos como menos necesaria, ésta al fallar comienza la destrucción de la relación.

Si tuviera que agregar una quinta C, sería ésta: Cultiva las otras 4.

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